viernes, 8 de enero de 2010

Si ves un monte de espumas


Del escritor cubano José Martí (1853-1895) se recuerda a menudo que luchó contra la injusticia del sistema colonial y por la independencia de Cuba. Su afán revolucionario y su anhelo de libertad le llevaron, de hecho, a encontrar la muerte en combate contra el ejército español.

Sin embargo, su condición de mártir de la nación caribeña ha tenido efectos contradictorios: por un lado, algunos de sus versos más políticos han sido encumbrados y popularizados enormemente, ya que se le considera poco menos que el fundador de la patria cubana, como demuestra el éxito de las versiones de Guantanamera en que se insertan fragmentos de su libro Versos sencillos; pero por otro lado, parte de la crítica considera a Martí un poeta menor, sin gran trascendencia, y niega o desconoce el auténtico valor literario de este escritor modernista que nos dejó tantos versos memorables.

Entre ellos, destaco hoy este poema en que el poeta cubano refleja lo que para él significa la poesía, su poesía, sus versos capaces de expresar lo más hondo, lo más bello y lo mejor que puede albergar y desear cualquier ser humano: verdad, naturaleza viva, esperanza, pasión, ternura, firmeza, amor, justicia y hermandad.

Si ves un monte de espumas

Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
mi verso es un surtidor
que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.

José Martí, Versos sencillos, 1891.

El cantautor cubano Pablo Milanés hizo una estupenda versión musicada de este poema en su primer disco, el titulado justamente “Versos a José Martí", 1973. En ella utiliza sólo la primera y la última estrofa del poema, y luego añade otra que dice:

Duermo en mi cama de roca
mi sueño dulce y profundo:
roza una abeja mi boca
y crece en mi cuerpo el mundo.

Puedes escuchar la canción completa aquí:



A la canción Guantanamera, y a diferentes letras que se le han ido poniendo con versos de José Martí, le dedicaré la próxima entrada.

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