lunes, 22 de marzo de 2010

Espaldas mojadas

Al hilo de la lectura que hicimos en clase sobre los trabajadores temporeros en California, sobre los llamados espaldas mojadas y sus duras condiciones de vida, se me ocurren varias referencias musicales. La primera trata justamente sobre los wetbacks y es una canción del grupo Tam Tam Go! que fue todo un éxito allá por 1990. Se titula precisamente Espaldas mojadas.


Por supuesto, hay muchas otras canciones sobre sobre la inmigración ilegal. Una de las más conocidas es Clandestino (1998), del cantautor francés de origen español Manu Chao. Si quieres ver la letra y leer una breve explicación, clica en el enlace de Un día, una canción.

Bastante más reciente es la canción de los andaluces Chambao titulada Papeles mojados (2007). Aquí pasamos de la frontera entre México y Estados Unidos a esa línea invisible pero igual de trágica que separa la Península Ibérica del Norte de África. Y aquí los protagonistas de la historia son todas esas personas que cruzan el Estrecho sin papeles, en patera o como sea, para buscarse la vida en este lado del Mediterráneo. Clica en la imagen si quieres ver el videoclip en Youtube:


La lectura original era del escritor chileno Fernando Alegría (1918-2005), un fragmento de su novela Caballo de copas (1957), y trataba sobre la vida de los recogedores de tomates en Salinas, cerca de San Francisco, durante los años 50. Sin embargo, no hace falta remontarse tan lejos para tener constancia de las terribles jornadas laborales que hacen tantos y tantos trabajadores, inmigrantes o nativos, hace 60 años y hoy mismo, allá y aquí, en el campo y en las ciudades. Basta con mirar lo que pasa en nuestros olivares, en nuestras fábricas, en nuestros invernaderos o en los campos de naranjos y almendros que nos rodean.

Y es que el relato de las penosas condiciones de vida de los campesinos no es nada nuevo. Ya en la canción popular y tradicional abundan los cantos de jornaleros o cantos de siega, a menudo espeluznantes por los detalles que revelan sobre la subsistencia precaria de tantas y tantas generaciones de braceros humildes. Una muestra es este tradicional Canto de segadores recogido por el grupo folk segoviano Nuevo Mester de Juglaría:

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